martes, 11 de marzo de 2014

DISCURSO DE LA DIRECTORA REGIONAL EN EL POLITÉCNICNO PADRE ZEGRÍ, EN HONOR AL PATRICIO FRANCISCO DEL ROSARIO SÁNCHEZ

Directora Regional de Educación Maestra Tércida Franco
Un 9 de marzo de 1817 nació uno de los hombres más valientes, intrépidos y honestos de la República Dominicana, grande entre los grandes, prócer de la historia, Francisco del Rosario Sánchez. Ser humano de trayectoria incorruptible, inmaculada y temeraria, cuyo sacrificio ayudó a conquistar el ideal duartiano: una patria libre, independiente, de toda potencia extranjera.

Directora Regional de Educación, Maestra Franco encabeza
mesa de honor en acto a Sánchez
Fue un joven sumamente inteligente. De manera autodidáctica aprendió inglés y latín, incluso se formó como abogado, inspirado por el sacerdote Gaspar Hernández. Al integrarse a la Trinitaria, se distingue por su laboriosidad y decisión. Fue el primero que inició la extensión del movimiento a otras provincias del país.  Estas cualidades le permitieron dirigir el movimiento, cuando Duarte debió ausentarse debido a las persecuciones desatadas contra él por los haitianos.

Abanderados del Politécnico Padre Zegri.
Ausente Juan Pablo Duarte del país, asume la dirección del movimiento independentista que había entrado en su última y más peligrosa etapa. Mientras Mella le presta efectiva y oportuna colaboración en el ámbito militar, desde su escondite, dirige con serena actitud los preparativos del proyecto. Preside las reuniones del grupo y amplía contactos con representantes del sector social más importante de la ciudad.

Para los primeros días de enero de 1844, redacta Sánchez el Manifiesto de Separación. Cuajada la independencia nacional, fue el responsable de leer la proclama, siendo el que gritó el lema “Dios, patria y libertad”, con el que emerge la naciente república.

Así, que podemos afirmar que la Independencia no fue la obra de un único hombre, sino el sacrificio de muchos, un grato ejemplo de trabajo en equipo, donde, cada quien con sus cualidades, aportó su máximo esfuerzo para conquistar la independencia y libertad que hoy los dominicanos disfrutamos.

Así, entre las diferentes enseñanzas que podemos imitar del accionar de Francisco del Rosario Sánchez, las  más importantes son: su liderazgo visionario y su capacidad de trabajo en equipo. Cualidades que no sólo fueron visibles cuando participó en la conquista de la Independencia Nacional en 1844, sino también al formar parte del primer grupo de próceres contra la anexión en 1861, lo que le costó la vida, con apenas 44 años de edad.

El gran aporte de Sánchez a favor de la República Dominicana se resume en un pensamiento: “Mas, si la maledicencia buscare pretextos para mancillar mi conducta, responderéis a cualquier cargo diciendo en alta voz, aunque sin jactancia, que yo soy la bandera dominicana”.

Niños, jóvenes y público presente, apreciemos en Sánchez su capacidad de arrojo, tenacidad y entrega, porque no es posible cosechar grandes éxitos, sin riesgos. Para lograr las metas, hay que sacrificarse. Así, jóvenes y niños, les oriento a que con tenacidad y entrega, asumen estos últimos meses del año escolar, para mejorar sus notas, aprender todo lo que puedan, aprovechar el tiempo, para lograr conquistar sus metas.

A ustedes, mis docentes, les invito a arriesgarse a cambiar, a trabajar en equipo como Sánchez, pero con la meta de elevar la calidad de la enseñanza, para lograr el ideal de nación al que todo aspiramos, meta de nuestro ministro, Carlos Amarante Baret y de nuestro presidente, Danilo Medina.

Por tanto, ¡Que viva Francisco del Rosario Sánchez!, ¡Que vivan los trinitarios!, ¡Que viva la Bandera Nacional! ¡Que viva la República Dominicana!


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